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Timing

Una gran mayoría de adiestradores y aficionados a la educación y adiestramiento canino tiene la idea de que el timing es administrar el refuerzo o el castigo en el momento adecuado, y tienen razón, el momento adecuado de aplicar un refuerzo o un castigo es de vital importancia tanto a la hora de educar como de adiestrar a nuestro perro pero, eso es solo una forma de timing porque este concepto no se limita a elegir el momento preciso de administrar un refuerzo o un castigo. El término “Timing” es mucho más global, más amplio y, por lo tanto, incluye muchos más aspectos.

En la comunicación e interacción con un perro, la consecuencia siempre depende de la exactitud con que el guía realice alguna acción; es decir, de que elija el momento oportuno para hacerlo y, por lo tanto, el timing sea lo más perfecto y preciso posible; pero las posibilidades no se limitan a la administración de un refuerzo o castigo; sino en realizar una acción en el momento preciso; por ejemplo:

  • Realizar un movimiento en el momento preciso: si, por ejemplo, hemos llamado al perro y viene corriendo hacia nosotros pero observamos que no se dirige directamente a nosotros, sino que nos va a sobrepasar por la izquierda o la derecha y, cuando está a unos tres metros de nosotros, damos una palmada y nos desplazamos de forma súbita hacia el lado contrario del que nos va a sobrepasar el perro, este modificará su trayectoria y vendrá hacia nosotros. Si lo hacemos en el momento adecuado, el timing será perfecto y el perro vendrá hacia nosotros; sí, por el contrario, lo hacemos demasiado tarde, el timing será malo y el perro nos sobrepasará por la derecha o la izquierda y no vendrá hacia nosotros.
  • Dar una orden en el momento oportuno: esto no hace falta ni explicarlo, si damos una orden al perro cuando toda su atención y enfoque están dirigidos hacia otro estímulo que llama poderosamente su atención, lo más probable es que el perro no obedezca la orden a la primera; de forma que nuestro timing para elegir el momento de darle la orden habrá sido un desastre porque provocamos el error al darle la orden en un momento inadecuado.
  • Liberar en el momento oportuno: si estamos enseñando al perro el ejercicio de permanencia por ejemplo, si no elegimos con exactitud el momento de liberarlo dependiendo del tiempo que lleve manteniendo la posición en función de su progresión, es probable que el perro abandone la posición y, por lo tanto, “rompa” la orden.
  • Redirigir una conducta en el momento preciso: si, por ejemplo, trabajamos con un perro que ataca a otros perros y nuestro timing no es bueno y no realizamos ninguna acción para que el perro se enfoque hacia el guía cuando vemos que se está enfocando hacia otro perro que se acerca, lo más probable es que el perro realice una conducta agresiva hacia el otro perro: culpa nuestra porque nuestro timing ha sido un desastre porque, con haber desviado la atención del perro con el que estamos trabajando hacia nosotros con voz, movimiento, juego, etc. hubiéramos evitado que realizará la conducta agresiva.
  • Presionar a un perro en el momento preciso con la intensidad adecuada: si estamos iniciando un perro de defensa y nuestro timing, es decir, la elección de avanzar y cargar contra él no es adecuado, podemos acobardarlo y crear una impresión emocional muy negativa.
  • Progresar en el adiestramiento en el momento adecuado: si elegimos mal, por ejemplo, el momento de introducir una distracción, estaremos forzando el error del perro al no haber elegido el momento adecuado de hacerlo.

Podríamos seguir poniendo ejemplos pero, creo que ya queda claro que el timing durante la interacción con los perros es realizar cualquier acción en el momento preciso y que no se limita únicamente a la administración o aplicación de refuerzos y/o castigos aunque, evidentemente, hay que reconocer y subrayar que la aplicación de refuerzos y/o castigos con mal timing es de suma importancia porque un refuerzo/castigo refuerza/castiga la última conducta y, si lo hacemos tarde, no reforzaremos o castigaremos la conducta que queríamos reforzar/castigar.

Por lo tanto, como conclusión, diremos que está claro que el timing exacto en el momento de aplicar un refuerzo o castigo es imprescindible pero que también resulta imprescindible elegir el momento preciso y oportuno de realizar cualquier otro tipo de acción al interactuar con los perros porque, como digo siempre: “los perros asocian, queramos o no” y sea lo que sea a lo que nos estemos refiriendo, depende de que el guía elija el momento preciso (Timing) para realizar cualquier acción. Por lo tanto, cualquier cosa que hagamos en el momento preciso durante la interacción con los perros es una forma de timing.

Espero que este mini artículo haya servido para clarificar lo relativo a este concepto tan importante en la interacción con los perros.

Un saludo a todos.

Antonio Paramio

 

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