La expectativa puede cambiar el futuro
Un factor muy a tener en cuenta y que muy poca gente contempla es el hecho de que una expectativa puede influir en la consecuencia. Me explico, dependiendo de la conducta que esté emitiendo el perro en un momento determinado, las posibilidades de que una consecuencia suceda cambian; por ejemplo, si sacamos un perro a la pista para que se desfogue y, de forma espontánea se pone a juguetear con un objeto de metal, es muy probable que aprovechemos la ocasión y decidamos fomentar, potenciar y reforzar esa conducta en ese momento aunque no fuera nuestra intención inicial. Otro ejemplo, si abrimos la nevera para coger un trocito de queso y el perro está tumbado en otra habitación, lo más probable es que no vayamos a darle un trozo pero, si abrimos la nevera y el perro viene enseguida, es muy probable que sí se lo demos. Un ejemplo más, si sacamos un cachorrito a la pista de adiestramiento y, de forma espontánea por voluntad propia, intenta subirse a una empalizada; es muy probable que aprovechemos la ocasión y le potenciemos esa tendencia conductual. Esto nos ha pasado a muchos por no decir todos los adiestradores, ver un perro muy motivado hacia la realización de una tarea y decidir darle una clase sobre ese tema en ese preciso momento aunque no lo tuviéramos pensado.
Esto es muy importante a la hora de fomentar tendencias conductuales porque al “leer al perro”, el guía percibe la tendencia, motivación e intensidad que tiene el perro hacia la realización de una actividad concreta; de forma que el perro está en la mejor disposición posible para trabajar esa tarea concreta…………… otra cosa es que lo hagamos bien. Pero también debemos tener en cuenta la importancia que tiene que las expectativas del perro puedan modificar la actitud de su dueño en cuanto a problemas de conducta se refiere porque cuando el perro realiza de forma espontánea una conducta y consigue que el dueño se implique, es el perro toma la iniciativa y el dueño la refuerza al implicarse en la consecuencia, de forma que es el dueño el que está a disposición del perro. Algunos ejemplos de esto son:
- Paseamos por el campo y el perro coge un palo y nos lo trae.
- Estamos en casa sentados en el sofá y el perro nos trae una pelota.
- El perro se acerca y nos da la patita mientras cocinamos.
- Estamos trabajando con el ordenador y el perro viene y nos da la pata o nos pone la cabeza encima las rodillas.
- Etc.
Si el dueño responde a cualquiera de estas conductas del perro, la expectativa del perro modifica la consecuencia y esta se ve reforzada por la respuesta del dueño, de forma que, como las consecuencias son positivas para el perro, tiende a repetirlas y, de forma involuntaria, el dueño fomenta tanto que el perro sea el que toma la iniciativa como que él está a disposición de los requerimientos del perro y esto se convierte en un círculo vicioso de forma que el dueño siempre está a disposición de las expectativas del perro.
También tenemos tener muy presente que el hecho de que el perro tenga una expectativa no garantiza que algo vaya a suceder; por ejemplo, el típico caso del perro que a la hora de comer se nos sienta al lado esperando a ver “si le cae algo”; que él lo espere no asegura que vaya a suceder; en este caso su expectativa no influye en la consecuencia, pero otras veces sí: ¡¡¡pobrecito, toooooma un poquito!!!
Naturalmente, también puede suceder algo sin que el perro tenga la expectativa. Por ejemplo, el perro está tumbado en el salón y nosotros nos acercamos y le damos una “chuche” o si decidimos sacar al perro a pasear a una hora en que habitualmente no lo hacemos; es evidente que el perro no tenía ninguna expectativa de que eso fuera a suceder, …. pero sucedió.
De forma que, como decíamos al inicio de este mini artículo, lasdel perro pueden modificar las consecuencias y debemos tenerlo muy presente para no caer en el error de estar a su disposición continuamente.
Espero que este artículo os haya hecho pensar y aportado información sobre la habilidad que tienen los perros para influir en el entorno, especialmente en su dueño.
Un saludo
Antonio Paramio
Comments (2)
Hola Author, qué tal?
Quería comentarte que tengo una perrita pastor alemán de 3 meses y quería saber cuando es recomendable comenzar con un adiestramiento,,, y qué posibilidades hay para llevarlo a cabo
Gracias por tu atención y recibe un cordial saludo
Hola Mayte,
la educación básica y la socialización hay que comenzarlas antes de los cuatro meses, que es cuando terminan las fases sensibles de los cachorros de perro. Hay que habituarlos al mayor número posible de estímulos de todo tipo ( sonoros, táctiles, visuales, etc.) y comenzar la educación básica para evitar que el cachorro adquiera malos hábitos y/o desarrolle conductas indeseadas.
En cuanto a las posibilidades de llevarlo a cabo, tendríamos que hablar para ver qué horarios te vienen bien, días que puedes venir, etc.
Llámame al 629 238 911 o al 669 185 471 y vemos cómo podemos organizarlo ( o envíame un wathsapp y te llamo yo).
Un saludo